NACHO GALLEGO. CEUTA. www.elfaroceutamelilla.es
La iglesia Nuestra Señora de África acogió ayer el rito bautismal de Mariam Happy, una pequeña de tres meses de edad, nacida en Ceuta y de padres somalíes residentes en el CETI. La ceremonia, que comenzó puntualmente, fue presidida por Francisco Correro, vicario general, y por Alejandro Duarte, diácono.

El rito se celebró durante la primera misa de la mañana y contó con la participación de un coro dirigido por la hermana Cande y formado por Mathew y Natanael. Ambos son compañeros en el CETI de los padres y recientemente fueron bautizados en esta misma iglesia. Los instrumentos que utilizaron fueron la guitarra, el timbal y la pandereta, respectivamente. Junto con las voces de los feligreses animaron e hicieron más especial la entrada de Mariam Happy al cristianismo, cantando canciones de alabanza, alegría y esperanza.
Víctor y Aicha, los padres de la criatura, llegaron a Ceuta desde Somalia hace ahora un año y nueve meses con la ilusión de encontrar aquí una nueva vida, y lo están logrando. Al poco tiempo de estar aquí, Aicha se quedó embarazada y juntos prepararon la llegada del bebé, que se llamaría Happy (Alegría). Juntos participan en los cursos y talleres de las Vedrunas. Tras el nacimiento del retoño, a través de la hermana Paula, contactaron con el diácono Alejandro Duarte, quien les preparó, durante cerca de dos meses, para el bautismo de la pequeña.
Duarte, junto con Juan Carlos Hernández y Asunción Suárez, es el encargado de realizar unos catecismos para extranjeros. Se encargan de preparar a personas para el bautismo, para la comunión y para la confirmación, aunque su labor principal es profundizar en la fe. Lo hacen en inglés y en francés tras la misa de las 10.00 horas de los domingos y los miércoles por la tarde.
Con el bautizo de la pequeña Mariam Happy son ya más de veinte los niños extranjeros procedentes del CETI bautizados por la Iglesia en Ceuta. “Es una alegría poder acoger a este tipo de niños en el seno de la Iglesia y guiarlos en la fe cristiana”, dijo el vicario general lleno de alegría.

De esta forma concluía la celebración del bautismo de Mariam Happy, un nuevo halo de esperanza para una familia llena de ilusiones renovadas y de alegría, como el propio nombre de esta pequeña gran persona indica. Sus padres la llaman por lo que es, una alegría, un nuevo sol para unas personas que llegaron a España buscando nuevas esperanzas.
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